Un blog dedicado a dar informaciones sobre las clases de Quehacer Cientifico en INTEC con el profesor Jose Rodriguez
jueves, 19 de enero de 2012
saber pensar
Saber pensar es algo que no todo el mundo sabe articular, y es algo de lo que muchos tienen un concepto erróneo. Saber pensar conlleva racionalizar y profundizar el pensamiento y articularlo de manera adecuada a la situación. Aquí unas palabras que encontré en un blog vecino:
Saber, pensar. ¿Saber o pensar? ¿O más bien ambas cosas: saber y pensar? ¿Y en ese orden: primero saber y después pensar? ¿O primero pensar y luego saber? No se alarme el lector. A mí no me van ni los trabalenguas ni los alardes de pedantería que proliferan hoy día en esa abundante colección de términos, palabras y palabros que se están usando, quizá tan sólo para mostrar que uno conoce el vocabulario «científico» de la reforma, sin pararse a pensar en lo que significa. La verdadera «ciencia» y el «sentido común», la sensatez, forman un binomio inseparable: deben ir siempre unidos.
Saber y pensar. Todavía hoy se tiende a separar el saber del pensar en la práctica de la enseñanza en el aula, desconectando indebidamente lo que son dos aspectos importantes de todo aprendizaje. Intentar unirlos a través de unas instrucciones al profesorado, o de unos «módulos» que utilizan un lenguaje innecesariamente técnico, que desconoce la mayoría, provoca confusión, malestar y, como consecuencia, el rechazo global de la reforma: es altamente ineficaz. La llaneza del lenguaje no se opone tampoco a la ciencia: la hace asequible a todos.
Diré aquí, llanamente, que «saber» supone conocer acabadamente los contenidos de un tema, de un área o de varias, de modo que formen un todo en el que todo se relaciona y comunica. Pero para lograrlo es necesario «pensar»: pensar a fondo en lo que se está conociendo con esfuerzo.
¿Cuál de las dos funciones es la primera? Me parece una pregunta irrelevante. A medida que conocemos se pone en marcha, simultáneamente, nuestro pensamiento: ¿cómo, si no, vamos a conocer, a saber? Pero esto es importante: el pensamiento no puede ejercerse en el vacío, a modo de gimnasia intelectual sin fin ni contenido. Se piensa sobre lo que se sabe o se va sabiendo; y se piensa también sobre lo que uno todavía no sabe y quiere descubrir, hasta llegar a saber. Y así hasta el infinito.
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